miércoles, 12 de diciembre de 2012

educar

Me gustaría estrenar este blog con una poesía que me regaló mi profesor de pedagogía de la Universidad de Alcalá...

Educar es lo mismo
que poner un motor a una barca,
hay que medir, pensar, equilibrar,
y poner todo en marcha.

Pero para eso,

uno tiene que llevar en el alma
un poco de marinero,
un poco de pirata,
un poco de poeta,
y un kilo y medio de paciencia concentrada.

Pero es consolador soñar,

mientras uno trabaja,
que esa barca, ese niño
irá muy lejos por el agua.

Soñar que ese navío

llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes, hacia islas lejanas.

Soñar que cuando un día

esté durmiendo nuestro propio barco,
en barcos nuevos seguirá nuestra bandera enarbolada.


Gabriel Celaya



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